Otra vez violencia. Otra vez en La Pampa.

El caso de violencia de género conocido en los últimos días en la localidad de Castex volvió a poner triste y nuevamente a nuestra provincia en los medios nacionales. De eso se trata la  siguiente columna de Ariel Stemphelet

Por Ariel Stemphelet*

Nuevamente nuestra provincia es noticia a nivel nacional. Nuevamente por un caso de abuso que se suma a los ya sucedidos meses atrás. Hace poco en el horroroso jardín de 25 de Mayo donde maestros fueron acusados de abusar de sus alumnos, el intento de femicidio a Patricia Sclavuno y el baleo en pleno centro a Angelina Baiotti.

De nuevo.

El valiente llamado de un vecino del barrio Francisco Melano fue el inicio del fin para esta mujer y sus tres hijas. Un llamado que alertó una situación que se vivía y de la que ¿poco se sabía? A partir de ahí se inició un cauteloso y cuidadoso procedimiento, con el objetivo de sacar sanas y salvas a la mujer y sus hijas, evitando que el pastor se altere y vaya uno a saber cómo reaccione.

El denunciado es un pastor de 37 años, quien convivia en matrimonio con la víctima hace 19 años. Pero se calcula que 15 fueron de puro control, hostigamiento y sometimiento a todo tipo de prácticas violentas de índole sexual, psicológico, económico. Las controlaba las 24 horas los 365 días del año, ordenaba que harían y que no. Cuando se iba las dejaba encerradas hasta su llegada.

Se conoce que las hijas del matrimonio, de entre 7 y 17 años, tenían, fuera del hogar, una vida ‘’normal’’ ya que asistían al colegio normalmente. Lo más extraño de esto es que no hayan surgido sospechas.

Luego del procedimiento el pastor fue demorado pero liberado horas después. Con restricciones de acercamiento, que a mi parecer son lo mismo que nada, ya que en un acto de arrojo, no cuenta con impedimentos para ir y meterle un tiro a la mujer y las hijas, como lo hizo el odontólogo Barreda.

¿Y ahora qué? 

Literalmente les destruyó la vida. Es una obviedad hablar de las secuelas que deja en las víctimas, en la pobre mujer, valiente que se atrevió y declaró. En sus hijas, que han vivido, en su corta edad, la situación más horrorosa e indescriptible que una persona puede vivir.

Me desconcierta no saber que pasa por la cabeza de ese hombre  y de todos los que golpean, violan y matan a las mujeres. ¿En qué cabeza entra? No acepto ninguna justificación de parte de estos tipos .

Ya casi que no me asombra contar este tipo de noticias, aberrantes, que lamentablemente son cada vez mas comunes y periódicas, es casi una cotidianeidad levantarse a la mañana, poner las noticias y escuchar ‘’Nuevo caso de violencia de género’’ o ‘’Femicidio en tal lugar’’. Otra cosa que me asombra es la complicidad que existe desde las instituciones que, deberían velar por la integridad de las personas. He hecho varias entrevistas a militantes feministas quienes me han llegado a contar testimonios de víctimas que han ido a denunciar y el policía, que supuestamente tiene que tomar la denuncia, responda con algo así como ‘’Por algo te lo habrá hecho’’, ‘’Vos te la buscaste’’. O médicos que atienden a mujeres golpeadas, que por obligación deben denunciar.

¿Qué nos pasa como sociedad?

Esto le pasó a Patricia Sclavuno, Angelina Baiotti y a miles de mujeres. Pasa acá nomas, en este caso a 80 kilómetros. Nadie está exento, ni vos que leés, ni tu madre, ni tu hermana o alguna amiga. Nadie.

No seamos cómplices, cuando lo termines de leer te pido que lo reflexiones. Todos, desde nuestro pequeño lugar, podemos aportar para que esto cambie, no es fácil, pero tampoco imposible.

Si sos víctima de violencia de género denuncialo en la línea gratuita y confidencial que pone a disposición el Ministerio de Desarrollo Social, llamá al 144. Recibirás asesoramiento, ayuda, contención e información.

* Ariel Stemphelet es, como él mismo se define, un aspirante a periodista, locutor, comunicador. Actualmente se desempeña como conductor de Panorama Mitre que se emite por - Radio Mitre (Santa Rosa) 100.9. Lo podés seguir en Twitter