Tres años sin Sofía Viale

Tres años se cumplieron esta semana del horroroso femicidio de Sofía Viale. Tres años hace ya que aquella sonrisa se apagó. (Foto Archivo: Infopico)

Por Ariel Stemphelet*
El 31 de Agosto de 2012 Sofía, como a menudo, salió por el barrio ‘’Indios Ranqueles’’ con su canasta a vender panes. De esa manera ayudaba a su familia.

Todo en el carril correcto hasta que en la calle 29, a cien metros de su casa, se topó con José Janssen quién borró para siempre su sonrisa.

Janssen, sentado sobre la casilla de gas, vio a Sofía y la llamó con la escusa de comprarle pan, lo que hizo que la niña se acerque a su vivienda. Fingió malestar y le pidió ayuda. Sofía, inocente, humilde, accedió al living a ayudarlo. Fue ahí cuando comenzó el calvario que terminó con su vida.

Como una fiera carroñera, a sangre fría y sin pensar demasiado, Janssen la llevó a una habitación, abusó sexualmente de ella y la mató.

Da escalofríos saber las atrocidades que este monstruo realizó. ¿En que cabeza entra? ¿Alguien entiende la psicología de esta ‘’persona’’? No es un detalle menor que este asesino ya tenía antecedentes. Había violado a su propia hijastra y estaba en libertad condicional. Sí, como digo. Este violador, asesino y buitre estaba suelto y vivía a nada más que una cuadra de la casa de su víctima. Acá tenemos la primer falla de la justicia. Porque, a mi entender, alguien con antecedentes de abuso y hacia una niña es algo que lo agrava. Nunca debería haber salido ‘’condicionalmente’’. Significaba un peligro para su entorno o el círculo social que lo rodeaba. Lo más horroroso es que lo fue.

Luego de violarla la enterró en el fondo del patio de su casa. Sin piedad desde el primer momento, nada de remordimiento. Me atrevo a decir que era algo que, para él, tenia cierto grado de ‘’normalidad’’. La forma, es decir el ‘’modus operandi’’ era el mismo en sus antecedentes, pero es algo que trataré más adelante.

La tarde noche del 31 fue alarmando más a su familia que ya la buscaba desesperadamente. Ya estaba la denuncia radicada en la Policía y comenzaban a aparecer los primeros post en las redes como Facebook. A posteriori las primeras noticias que alertaban sobre la búsqueda en portales, diarios y algún que otro medio local.

La búsqueda fue incesante. Pasaban los días, semanas y seguía sin aparecer. Su familia pasaba los peores días. Su padre no paraba. La policía buscaba e investigaba. Los días eran interminables.

Poco más de dos meses fueron así. 71 días para ser exacto. Hasta que el 5 de Noviembre los padres de una adolescente denunciaron que una persona había intentado abusar de su hija. Ya saben de quién hablo. Sí, de Janssen.

La policía allanó su casa. Minutos después de las 20 comenzaba a dar vueltas en los medios el título -Hallaron muerta a Sofía Viale-. La encontraron de casualidad.

Realmente una vergüenza. Me pregunto si estaban capacitados quienes llevaron a cabo la búsqueda. Si la policía tenia conocimiento de que a una cuadra de la casa de los Viale vivía una persona con antecedentes y en libertad condicional ¿Por qué no busco ahí desde un principio?

¿Por qué pasó lo que pasó? ¿Se podía haber evitado? Sí. Desde un primer momento pero, como dije antes, esta investigación poseía fallas, falencias. Dejó mucho que desear.

¿Es culpa de Janssen? Lo es. Pero también es culpa de la justicia. De quienes investigaron. La criminología y la victimología aportan argumentos muy válidos que, si se hubiesen aplicado quizás no estarías leyendo esto. Igualmente esto lo dejo para los profesionales.

Volviendo a mi punto de vista, si Janssen no hubiese fallado con la adolescente que intentó violar hoy estaríamos lamentándola. Es decir que este sujeto actuaba con total impunidad.

Luego de los vaivenes de la justicia, el Tribunal de Impugnación Federal dictó cadena perpetua a Janssen luego de la correspondiente investigación que, entre otras cosas, arrojó en J la forma en la que realizó el terrible acto. Su modus operandi consistía en sentarse en la casilla de gas, en el frente de su casa y allí esperar su próxima víctima. Pasó con Viale y con la otra adolescente que pudo zafar y así dio con este fatal desenlace. Además la investigación reveló datos de la psicología de Janssen, quien sentía atracción hacia niñas, sin ningún remordimiento.

Se cumplieron tres años sin sentir su voz. Sin su sonrisa. Hace tres años que hay una niña, una hija, una amiga menos en Gral. Pico.

Tres años sin Sofía. No nos olvidemos.


 * Ariel Stemphelet es, como él mismo se define, un aspirante a periodista, locutor, comunicador. Actualmente se desempeña como conductor de Panorama Mitre que se emite por - Radio Mitre (Santa Rosa) 100.9. Lo podés seguir en Twitter

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