El anteproyecto del nuevo Código Civil contempla la autonomía progresiva de los adolescentes
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Foto: Télam |
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El anteproyecto de reforma del Código Civil presentado en el Congreso de la Nación propone regular las relaciones entre padres e hijos y fija la franja situada entre los 13 y los 16 años como el momento en que los adolescentes adquieren conciencia de su propio cuerpo y se les permite tomar decisiones en forma progresiva. Además, La Iglesia comenzó a analizar las reformas del Código Civil que impulsa el Gobierno
La propuesta de reforma del Código Civil fue presentada durante una jornada de debate en la Facultad de Derecho de la UBA por el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y una de las integrantes de la comisión redactora del anteproyecto, Aída Kemelmajer de Carlucci.
La jurista explicó que todo el anteproyecto gira en torno a tres principios básicos: la libertad que lleva al concepto de autonomía; la igualdad que deriva en pluralismo; y la solidaridad que trae la idea de la responsabilidad.
En este sentido, Kemelmajer de Carlucci, destacó que a través de la aplicación del concepto de libertad con autonomía "se considera que entre los 13 y los 16 años el adolescente va adquiriendo una conciencia progresiva de su propio cuerpo y puede decidir por si mismo sobre los tratamientos que puedan influir en su persona o en su conducta".
"Esto significa que si un chico de 14 años va a un hospital a que le den un preservativo, habrá que dárselo sin que medie el consentimiento de sus padres o representantes legales", ejemplificó.
La especialista destacó que los chicos a esa edad "también deberán ser escuchados en caso de un conflicto entre sus padres o tutores y deberán prestar también su consentimiento a cualquier tratamiento médico que sea invasivo".
"Consideramos que la autoridad parental sobre los menores de edad disminuye en forma progresiva a medida que desarrollan su capacidad para tomar decisiones", destacó la jurista y aseguró que este concepto "está en consonancia con lo que establece la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño".
El concepto de libertad y autonomía "también regirá en las relaciones conyugales ya que se podrá elegir si casarse o no, pero si se opta por no contraer matrimonio esto no significará que la pareja viva en la ilegalidad, lo mismo que si se produce una separación de hecho", explicó.
En este caso "el anteproyecto propone que una pareja no casada se regirá por pactos de convivencia que estarán basados en la autonomía de la voluntad de los convivientes. Los pactos se podrán modificar y se extinguirán en caso de cesar la convivencia".
En este último punto, Kemelmajer precisó que en el caso de la vivienda "regirá el principio de solidaridad; es decir que el inmueble en el que habiten los convivientes podrá ser atribuido a uno de ellos en caso de muerte, siempre que se acredite necesidad o hijos a cargo. En este caso la propuesta prevé que los jueces lo autoricen a vivir en el inmueble durante dos años".
También se les dará libertad a los hijos de llevar el apellido del padre y la madre, sólo el del padre o sólo el de la madre. Sin embargo, "si no hay acuerdo, no está previsto judicializar la situación, sino que irá a un sorteo. Solo se judicializará en caso de hijos extramatrimoniales", destacó la especialista.
Las reformas propuestas "parten de la idea de que los derechos humanos universales empiezan en lugares muy pequeños, como la casa, el trabajo, la escuela, el campo", opinó la jurista.
En la propuesta se hace especial hincapié en el derecho a la vivienda "porque la persona no es aquel que vive en un limbo: el hábitat en el que se desarrolla es un derecho personalísimo porque tiene que ver con el derecho a la privacidad"
La jurista aseguró que el proyecto pretende establecer "una igualdad real sobre una igualdad abstracta; una ética en favor de los más vulnerables y un paradigma no discriminatorio basado en las mismas categorías que propone la Constitución: los niños, las mujeres, los adultos mayores y los discapacitados".
En tanto, Lorenzetti destacó que el proyecto de reformar "no pretende instalar un modelo de familia. Se puede hablar, realizar charlas a favor de uno u otro concepto, pero no es la ley la que debe imponer el modelo".
"Hay que ofrecer a cada persona la posibilidad de vivir la vida tal como la quieren vivir y disfrutarla según ciertos estándares", destacó el presidente de la Corte, y aseguró que la Argentina "es una sociedad de diferentes", por lo que instó a respetarlos.
La clave está "en armonizar y buscar un equilibrio entre las distintas opiniones, no ser equilibristas".
Télam
La Iglesia comenzó a analizar las reformas del Código Civil que impulsa el Gobierno
Lo hace en el primer plenario de obispos del año, en Pilar. En la apertura, el arzobispo José María Arancedo dijo que tienen el deber de “elevar la palabra en temas que hacen a la dignidad del hombre” y de la familia fundada en el matrimonio.
La Iglesia Católica inició ayer la actividad del primer plenario de 2012 en la localidad bonaerense de Pilar, encabezado por el titular de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), el arzobispo José María Arancedo, quien adelantó que es "deber" de los obispos "elevar la palabra" sobre la reforma del Código Civil impulsada por el Gobierno.
El centenar de obispos que se dio cita a las 16 en la casa de ejercicios espirituales "El Cenáculo" estará recluido hasta el sábado, día en el que se espera el pronunciamiento final vía documento o a través de Arancedo, arzobispo de Santa Fe.
Pero en la homilía de la misa de apertura, el titular de la CEA remarcó anoche que es "deber" de los obispos "elevar la palabra en temas que hacen a la dignidad del hombre en la defensa de la vida en todo su desarrollo, como el valor de la familia fundada sobre el matrimonio junto a los derechos del niño".
"Hay definiciones y opciones llamadas a convertirse en leyes que orientan el nivel de una comunidad y configuran una cultura. Esto no es ajeno a la fe en Jesucristo ni a la presencia de la Iglesia en el mundo. Elevar nuestra palabra en temas que hacen a la dignidad del hombre en la defensa de la vida en todo su desarrollo, como el valor de la familia fundada sobre el matrimonio junto a los derechos del niño es un deber que nos compromete como hombres de fe en el ejercicio de nuestra responsabilidad pastoral", indicó Arancedo en su homilía.
Por su parte, el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, exponente del ala más conservadora de la Iglesia, advirtió que, de aprobarse un nuevo Código Civil, se producirán "graves consecuencias" y "alteraciones muy graves contra la constitución de la familia y la dignidad de la vida humana".
"Se establece en ese texto una diferencia injustificable desde el punto de vista científico: se reconoce como persona humana desde el momento de la concepción a aquélla que es engendrada en el cuerpo de la mujer, pero no la que inicia su trayecto vital en una probeta. Ésta sólo sería persona a partir de su implantación en el seno que la reciba", dijo Aguer.
Agregó que "hay también cosas lamentables, por ejemplo, la eliminación del deber de fidelidad en el matrimonio, que es un elemento fundamental".
"Ya no será un deber guardar fidelidad y, consiguientemente, ya no habrá atribución de culpa en el caso de adulterio", advirtió.
El prelado consideró que "en el anteproyecto se banaliza, además, del matrimonio, el divorcio, que pasa a ser lo que se llama 'divorcio exprés'".
"El trámite va a durar una semana. En una semana se podrá liquidar la realidad del matrimonio. Se crean las figuras de ‘uniones convivenciales’ para las parejas no casadas. Quiere decir que será lo mismo casarse que no casarse", remarcó Aguer durante una reflexión difundida en el programa "Claves para un mundo mejor".
Fuentes eclesiásticas indicaron que los obispos de todas las diócesis celebraron esta tarde una primera reunión en la que repasaron el temario y luego, alrededor de las 19,30, participaron de la misa de apertura presidida por Arancedo, secundado por los otros integrantes de la mesa ejecutiva de la CEA: los vicepresidentes Virginio Bressanelli (Neuquén) y Mario Cargnello (Salta).
Hoy a primera hora se iniciarán las deliberaciones formales, donde figura un "intercambio" entre los obispos "y propuestas sobre el nuevo Código Civil", además de "otros temas vinculados al cuidado de la vida".
Es que la jefa de Estado anunció que este año buscará reformar el Código Civil, a través de una serie de cambios que fueron confeccionados por un equipo encabezado por el titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.
Entre las principales modificaciones se destacan la simplificación de los trámites de adopción y de divorcio; la incorporación de los contratos prenupciales para dividir las ganancias; y temas sensibles para la Iglesia, como la fertilización asistida, la maternidad subrogada -o alquiler de vientres- y la inseminación post mortem.
Si bien las reformas del Código se llevarán los principales debates de los prelados, durante la asamblea plenaria también se escuchará un informe sobre medio ambiente, preparado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social, que preside el obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano.
También se presentarán las "Orientaciones Pastorales para el trienio 2012-2014", que buscan proponer "una especie de mapa con prioridades para el mediano y largo plazo pase lo que pase", según explicó el secretario general del Episcopado, monseñor Enrique Eguía Seguí.
Por último, los obispos tratarán los aspectos pastorales de "Porta Fidei", la carta apostólica del Papa Benedicto XVI en la que se convoca al "Año de la Fe" a partir de octubre de este año, cuando se cumplan 50 años de la inauguración del Concilio Vaticano II y 20 de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica por parte de Juan Pablo II.
Todo esto pasará hasta el próximo sábado, cuando la Iglesia argentina juegue sus cartas para responder formalmente a la intención del Gobierno nacional de modificar el Código Civil.
Cadena3










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