Eximio andinista conjeturó que una tos o un catarro previos pudieron complicar a Arana

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Tras el fallido ascenso al Everest de Facundo Arana, El mendocino Heber Orona, que escaló los picos más altos del mundo, afirmó que una insuficiente recuperación al aclimatarse causó el edema pulmonar al actor. “No siempre se puede llegar a la cumbre. Cada cuerpo es diferente”, dijo a Cadena 3.

Audio: Heber Orona: ''No siempre se puede llegar a la cumbre'' (Andinista mendocino)(Cadena3)

El eximio andinista argentino, Heber Orona, conjeturó hoy que una tos o un catarro previos, entre otros síntomas menores, pudieron haber complicado al actor Facundo Arana, que se vio forzado a abandonar su intento de llegar a la cima del monte Everest a causa de un edema pulmonar sufrido a 2.800 metros de altura.

En diálogo con Cadena 3, Orona, un mendocino de 41 años que ha escalado los siete picos más altos del mundo, afirmó que una insuficiente recuperación en el proceso de aclimatación, que se realiza a medida que se asciende a este tipo de montañas, desencadenó el problema de salud que frustró el sueño de Arana de alcanzar la cumbre más elevada del planeta.

“Si el antes de empezar el trayecto tuvo pequeños síntomas, como catarros o tos, eso condiciona al cuerpo para el denominado 'mal de montaña'. Y, si el cuerpo no logra aclimatarse a la falta de oxígeno en una o dos semanas, puede llegar el 'mal agudo de pulmón', que ocurre cuando ingresa líquido al pulmón y puede llegar al cerebro”, explicó.

En ese marco, añadió: “Facundo tuvo un tiempo para bajar a recuperarse y leí que estaba a 2.800 metros, una altura considerable. A veces el organismo no logra reponerse. Sé que estuvo rodeado de mucha gente experta. Pero a veces esto es cuestión del cuerpo de cada uno. No todos se comportan de igual manera”.

Por otra parte, Orona reveló que escalar el Everest puede demandar de 45 a 60 días -entre viajes de acercamiento a la montaña, períodos de aclimatación y ascensos y retrocesos para equipar los distintos campamentos- y tiene un valor aproximado de 30 mil dólares por andinista.

Por último, reflexionó sobre la actividad de los andinistas: “No siempre se puede llegar a la cumbre. Lo importante es saber que el optimismo, la confianza, la voluntad y la convicción siempre existen y vamos por esos sueños. Lo que nos destaca a los montañistas es ser un poco tercos en la persecución de nuestros sueños”.

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