New York planea prohibir la gaseosa de más de medio litro por obesidad

La medida afectaría la venta de gaseosas azucaradas en restaurantes, cines y carros de la calle, con el objetivo de combatir la obesidad creciente que afecta a ese país.

Nueva York se propone promulgar una prohibición de largo alcance en la venta de gaseosas grandes y otras bebidas azucaradas en restaurantes, cines, carros de la calle,tiendas de delicatessen, franquicias de comida rápida e incluso estadios deportivos, desde de las bebidas energéticas hasta los té helados pre-endulzados.

En el esfuerzo más ambicioso hasta la fecha por la administración de Michael Bloomberg para combatir la obesidad en aumento.

La medida sería sobre las gaseosas de más de medio litro podría entrar en vigor tan pronto como el próximo mes de marzo.

"La obesidad es un problema nacional, y en todo los Estados Unidos, funcionarios de salud pública están retorciéndose las manos diciendo: 'Oh, esto es terrible'", dijo Bloomberg en una entrevista el miércoles en la Sala del Gobernador en el Ayuntamiento.

Un portavoz de la "Nueva York Beverage Association", brazo del grupo de la industria de refrescos en el comercio nacional, criticó la propuesta de la ciudad el miércoles. La industria se ha enfrentado en varias ocasiones con el departamento de salud de la ciudad, diciendo que es injuto señalar a las gaseosas como únicos culpables y han comprado anuncios de metro para promover su causa.

Bloomberg ha hecho de la salud pública una de las principales prioridades de su mandato y ha abogado por una serie de regulaciones agresivas, incluida la prohibición de fumar en restaurantes y parques, la prohibición de las grasas trans artificiales en los alimentos de restaurantes y la demanda que los restaurantes de la cadena de publicar el contenido de calorías junto a los precios.

En Nueva York, donde más de la mitad de los adultos son obesos o tienen sobrepeso, Thomas Farley, comisionado de salud, culpa a bebidas endulzadas de la mitad del aumento en las tasas de obesidad de la ciudad en los últimos 30 años. Alrededor de un tercio de los neoyorquinos toma una o más bebidas azucaradas al día.

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