Santa Rosa | Cierra la Casa de la Armonía: cuidaron a 300 enfermos de cáncer

La Fundación para las Ciencias de la Salud (FUCISA) anunció este miércoles el cierre de la Casa de la Armonía, un hospice que funciona en Santa Rosa y que, en sus cinco años de funcionamiento, cuidó a 300 enfermos de cáncer de toda la provincia. (Foto: Diario Textual)

En 2011, se había anunciado su cierre. Al igual que ahora, por falta de fondos. En ese momento, se gestionó su continuidad. Ahora sus autoridades dijeron que no dan más.

"Queremos expresar nuestro profundo agradecimiento para todos los que colaboraron y también para quienes no compartieron esta iniciativa, pues siempre nos obligaron a esforzarnos y trabajar mejor. Creemos que nadie se pondrá contento con este final, es una perdida para todos", expresaron en un comunicado Jorge Llabres, director médico de Casa de la Armonía, y Alberto H. Cubero, presidente de la Fundación para las Ciencias de la Salud.

La casa había sido abierta hace cinco años. "Fucisa -recordaron- propuso compartir una iniciativa que apuntaba al desarrollo científico, formal, legal y ético en la atención médica de los enfermos con patologías graves e incurables. Esta actividad la realizan los cuidados paliativos y como contamos con especialistas en esa materia, nos pareció oportuno montar un lugar dedicado a este fin", dijeron.

Así, inició sus tareas el único hospice habilitado por Salud Publica que existía en el país, con una dotación completa de profesionales, técnicos y auxiliares especializadas en la materia.

Casa de la Armonía abrió sus puertas y trabajó en forma ininterrumpida durante un lustro. En ese lapso, asistieron a 300 familias.

Luego de la crisis que tuvieron a fines del año 2011, se sumó mucha gente para colaborar. También algunas instituciones, empresas y la mayoría de los legisladores provinciales. "Aunque insuficiente hablaba del buen gesto de ese sector del gobierno. También instituciones nacionales se hicieron eco de nuestra situación, y entre todos logramos recaudar dinero para sobrevivir un año más. Mucha gente se comprometía con la propuesta y mensualmente colaboraba con una pequeña cuota. Todo quedo registrado y documentado, los ingresos que se recibieron y los egresos realizados para mantener funcionando la residencia", contaron.

"Pero era evidente -agregaron los profesionales- que si no lográbamos un aporte permanente que cubriera el déficit operativo que teníamos y que seguía aumentando nuestras deudas, no íbamos a poder sobrevivir. Casa de la Armonía fue una propuesta fundacional sin fines de lucro y se mantenía casi con exclusividad por el pago de las Obras Sociales, y con los aportes generosos de todos los que colaboraron durante este tiempo".

"Así fueron pasando los meses, donde lo intentamos todo", expresaron. "Hablamos con las personas que nos pareció podían ayudar a encontrar las soluciones, y también concurrimos a todas oficinas y despachos que nos indicaron. No todo resultó en vano, simplemente se sumaban problemas operativos y la situación económica se hizo insostenible".

"Pero de ninguna manera hemos perdido la ilusión y las ganas de desarrollar un hospice modelo como el que aspirábamos y finalmente logramos, simplemente creemos que todavía no hay una masa crítica en nuestra sociedad que reclame y presione por esto, no se ha incorporado totalmente el tema en el Sistema Sanitario y el Gobierno aún no lo tiene como un tema de agenda", dijeron.

"Los pacientes, sus familias, los amigos, allegados, proveedores, nuestro personal y todos los que de alguna manera estuvimos vinculados estos cinco años a este proyecto, sabemos que es posible llevarlo adelante", manifestaron. "Nos queda la experiencia y el aprendizaje; solo nos detendremos un tiempo esperando que se den mejores condiciones para reiniciar esta obra. O tal vez lo hagan otros, siempre será bienvenida la iniciativa pues se trata de una de las instituciones más importantes con las cuales debe contar una comunidad: allí debemos asistir, acompañar y apoyar a nuestros pacientes, familiares, amigos y tal vez, a cualquiera de nosotros. Se trata de lograr dignidad en el fin de la vida".

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