Juez Charlín: "Técnicamente los empleados son buenos, pero quizás tienen otro ritmo"
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El juez federal subrogante, José Charlín, salió a defenderse este jueves de las acusaciones de los empleados por presuntos malos tratos y acoso verbal. (Foto Archivo)
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"Técnicamente son muy buenos, pero quizás tienen otro ritmo", dijo, y sostuvo que "directivas firmes no implican machismo, ni misoginia, ni gritos".
Ayer, el fiscal Juan Baric pidió a la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca que lo aparte inmediatamente del cargo. La decisión, sin embargo, no fue la esperada: los camaristas le renovaron la subrogancia por 60 días más.
Los empleados denunciaron públicamente a Charlín por malos tratos, acoso verbal e, incluso, que los amenazó con un arma de fuego. Pero el funcionario hoy negó todas las acusaciones.
"No soy machista, no soy misógino, he tenido siempre buena relación, soy una persona de dialogar y trabajar en equipo", dijo en declaraciones a Radio Noticias.
"No tengo mala relación con el personal. No quiero hacer de esto una novela o un culebrón. Me llevo bien. Quizás el doctor (Pedro) Zabala tenga otra modalidad de trabajo, ni mejor, ni peor", dijo.
Los empleados denunciaron públicamente a Charlín por malos tratos, acoso verbal e, incluso, que los amenazó con un arma de fuego. Pero el funcionario hoy negó todas las acusaciones.
"No soy machista, no soy misógino, he tenido siempre buena relación, soy una persona de dialogar y trabajar en equipo", dijo en declaraciones a Radio Noticias.
"No tengo mala relación con el personal. No quiero hacer de esto una novela o un culebrón. Me llevo bien. Quizás el doctor (Pedro) Zabala tenga otra modalidad de trabajo, ni mejor, ni peor", dijo.
"Nunca he logrado el trabajo en equipo", dijo, y aclaró que no es un "monstruo".
Ratificación
El fiscal Juan Baric le envió a la Cámara bahiense un sumario de todos los testimonios para que estén al tanto de la situación en el juzgado santarroseño. Además, solicitó al tribunal que, para continuar con la investigación, se separara a Charlín de su cargo y se pudiera ingresar a la dependencia para continuar recolectando pruebas.
Los camaristas llamaron el miércoles a declarar -para que ratifiquen su denuncia- a un grupo de empleados. Lo hicieron en Bahía Blanca. Poco después, los camaristas dijeron que no tenían competencia para suspender a Charlín: le corresponde, sostuvieron, al Consejo de la Magistratura. Y paralelamente le renovaron por 60 días la subrogancia, que se vencía hoy.
Paro
La medida produjo malestar en los trabajadores. Dijeron que los camaristas, si bien no podían suspenderlo, podrían haber designado a otro subrogante, ante el riesgo que significa trabajar junto a este cuestionado magistrado. Por eso llamarían a un paro de 24 horas a partir de las 0 de este viernes.
El caso
El caso se conoció públicamente ayer. Pero ya desde el viernes pasado el tema se había denunciado en la fiscalía.
Por lo pronto, el magistrado -integrante de la agrupación kirchnerista Justicia Legítima- ha negado públicamente las acusaciones. Dijo que los empleados se han molestado por tratar de que trabajen más.
Según detallaron desde las oficinas de Baric, el viernes pasado una funcionaria del juzgado ingresó llorando a la fiscalía federal de Santa Rosa.
El personal de la dependencia logró calmarla. Poco después comenzó a contar la situación de violencia diaria que existe en el juzgado federal de primera instancia desde la designación de José Antonio Charlín como juez subrogante.
Entre otras cosas, la funcionaria de ese juzgado contó que es común que el magistrado insulte y agreda verbalmente al personal de la dependencia así como a otras personas que pasan por allí.
Incluso, comentó que en una oportunidad, Charlín, "totalmente desequilibrado", le pidió a su custodia el arma reglamentaria que portaba. Según la denunciante, el juez la sujetó con sus manos y se puso en posición de tiro. "Dijo algo como decile a ésa (supone que en relación a otra compañera, a quien identificó) que venga que le doy entre las cejas".
La funcionaria del juzgado decidió presentarse ante la fiscalía porque ese mismo viernes Charlín se mostró desequilibrado ya no por la tarde, sino, incluso, durante la mañana, en el horario en el que se atiende al público.
Ese día, pero más tarde, llamó a la fiscalía otra funcionaria del juzgado y dijo que, enterada de lo que había relatado su compañera, ella y otros compañeros del trabajo querían denunciar y apoyar aquellos comentarios. Para esto, el fiscal federal habilitó día y hora del sábado para que el personal del juzgado se pudiera presentar.
El sábado, junto a esa funcionaria, se presentaron otros seis funcionarios y empleados. Entre todos, ratificaron las declaraciones de la denunciante, así como también dieron cuenta de otras actitudes violentas del juez.
Acosada
Una de las declaraciones que más preocupó tanto desde lo personal como desde lo institucional al fiscal fue de una funcionaria: su testimonio señala que en varias oportunidades se sintió acosada por los comentarios que Charlín hacía sobre su físico, al punto tal que le solicitó al personal que se desempeña junto a ella que jamás la dejaran sola con el juez.
A su vez, esa funcionaria también narró la manera irregular con la que, a su entender, el juez se había desempeñado en diversas causas que ella impulsaba. En particular en una en la que se investigaba el delito de trata de personas con fines de explotación sexual. En el marco de esa causa, luego de que el fiscal Baric solicitara que se tome declaración indagatoria a intendente y al comisario de la localidadde Lonquimay, el juez le dijo que iba a informarlo en los medios para que se conociera la noticia antes de que les llegara a los funcionarios las citaciones para declarar.
Ratificación
El fiscal Juan Baric le envió a la Cámara bahiense un sumario de todos los testimonios para que estén al tanto de la situación en el juzgado santarroseño. Además, solicitó al tribunal que, para continuar con la investigación, se separara a Charlín de su cargo y se pudiera ingresar a la dependencia para continuar recolectando pruebas.
Los camaristas llamaron el miércoles a declarar -para que ratifiquen su denuncia- a un grupo de empleados. Lo hicieron en Bahía Blanca. Poco después, los camaristas dijeron que no tenían competencia para suspender a Charlín: le corresponde, sostuvieron, al Consejo de la Magistratura. Y paralelamente le renovaron por 60 días la subrogancia, que se vencía hoy.
Paro
La medida produjo malestar en los trabajadores. Dijeron que los camaristas, si bien no podían suspenderlo, podrían haber designado a otro subrogante, ante el riesgo que significa trabajar junto a este cuestionado magistrado. Por eso llamarían a un paro de 24 horas a partir de las 0 de este viernes.
El caso
El caso se conoció públicamente ayer. Pero ya desde el viernes pasado el tema se había denunciado en la fiscalía.
Por lo pronto, el magistrado -integrante de la agrupación kirchnerista Justicia Legítima- ha negado públicamente las acusaciones. Dijo que los empleados se han molestado por tratar de que trabajen más.
Según detallaron desde las oficinas de Baric, el viernes pasado una funcionaria del juzgado ingresó llorando a la fiscalía federal de Santa Rosa.
El personal de la dependencia logró calmarla. Poco después comenzó a contar la situación de violencia diaria que existe en el juzgado federal de primera instancia desde la designación de José Antonio Charlín como juez subrogante.
Entre otras cosas, la funcionaria de ese juzgado contó que es común que el magistrado insulte y agreda verbalmente al personal de la dependencia así como a otras personas que pasan por allí.
Incluso, comentó que en una oportunidad, Charlín, "totalmente desequilibrado", le pidió a su custodia el arma reglamentaria que portaba. Según la denunciante, el juez la sujetó con sus manos y se puso en posición de tiro. "Dijo algo como decile a ésa (supone que en relación a otra compañera, a quien identificó) que venga que le doy entre las cejas".
La funcionaria del juzgado decidió presentarse ante la fiscalía porque ese mismo viernes Charlín se mostró desequilibrado ya no por la tarde, sino, incluso, durante la mañana, en el horario en el que se atiende al público.
Ese día, pero más tarde, llamó a la fiscalía otra funcionaria del juzgado y dijo que, enterada de lo que había relatado su compañera, ella y otros compañeros del trabajo querían denunciar y apoyar aquellos comentarios. Para esto, el fiscal federal habilitó día y hora del sábado para que el personal del juzgado se pudiera presentar.
El sábado, junto a esa funcionaria, se presentaron otros seis funcionarios y empleados. Entre todos, ratificaron las declaraciones de la denunciante, así como también dieron cuenta de otras actitudes violentas del juez.
Acosada
Una de las declaraciones que más preocupó tanto desde lo personal como desde lo institucional al fiscal fue de una funcionaria: su testimonio señala que en varias oportunidades se sintió acosada por los comentarios que Charlín hacía sobre su físico, al punto tal que le solicitó al personal que se desempeña junto a ella que jamás la dejaran sola con el juez.
A su vez, esa funcionaria también narró la manera irregular con la que, a su entender, el juez se había desempeñado en diversas causas que ella impulsaba. En particular en una en la que se investigaba el delito de trata de personas con fines de explotación sexual. En el marco de esa causa, luego de que el fiscal Baric solicitara que se tome declaración indagatoria a intendente y al comisario de la localidadde Lonquimay, el juez le dijo que iba a informarlo en los medios para que se conociera la noticia antes de que les llegara a los funcionarios las citaciones para declarar.
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