Emma Watson después de Harry Potter

“Este puede ser un ambiente muy corrupto para una joven” dijo Emma Watson la joven actriz, protagonista de Noé que se estrena en Argentina esta semana. En Estados Unidos recaudó 40 millones de dólares en los primeros dos días.

Emma Watson no era creyente. Simplemente no podía imaginar al director de El cisne negro, Darren Aronofsky, relatando el cuento bíblico de Noé.

“Darren hace estas películas tan oscuras, tan intensas, tan crudas, tan reales”, explicó la estrella de la saga Harry Potter. “Y pues Noé es uno de esos tipos con la barba larga y los animales. Realmente, era difícil imaginárselo”, cuenta ni bien empieza la entrevista.

Por ello, la actriz de 23 años leyó el guion de Aronofsky y Ari Handel con cierta desconfianza, pero de inmediato supo que estaba equivocada.

“Creo que es una visión verdaderamente original de un género, de una historia, de una idea”, apuntó Watson, quien en la cinta interpreta a Ila, la hija adoptiva de Noé.

En una charla en Los Ángeles, Watson, quien llevaba un vestido estampado de corazones rojos de Stella McCartney, conversó con la agencia AP sobre esta épica bíblica, su espiritualidad y el secreto para sobrevivir una infancia en el estrellato.

–Después de las películas de harry Potter hiciste varias cintas independientes.¿Cómo fue volver al terreno de las superproducciones con Noé?
–Creo que estos proyectos de gran escala tienen su valor porque, obviamente, tienen un alcance increíble. Pero también es muy grato trabajar a una escala más íntima y hacer otro tipo de películas.

–¿Te hizo reflexionar Noé sobre tu postura en cuanto a religión?
–Tenía la sensación de que era una persona más espiritual que específicamente religiosa. De verdad me interesan esas cosas que son más trascendentales que la cultura, la nacionalidad, la raza, la religión.

–Algunos grupos han criticado que Aronofsky se tomó muchas libertades con el texto bíblico. ¿Qué les respondes a ellos?
–Si hubiésemos hecho exactamente la historia original, Noé no pronuncia una palabra hasta que se baja del arca. Habrían estado viendo una película muda. El cuento bíblico en realidad no habla mucho sobre ninguna de las mujeres. No aparecería ninguna mujer en la película. Él tuvo que adaptarlo para la pantalla.

–En mayo, obtendrás un título en literatura inglesa de la Universidad de Brown. ¿Estás contenta?
–Voy a hacer una gran fiesta. Va a ser un alivio, creo, porque he estado haciendo tantos malabares... Será realmente agradable poder enfocarme en una cosa a la vez, aunque también creo que lo echaré de menos.

–¿Es cierto que Aronofsky no los dejó tomar agua embotellada por el tópico ambientalista de la cinta?
–Todo lo que usábamos debía ser reciclado o reciclable. No tener botellas de agua en el set, a las cinco de la mañana, cuando estás exhausta no fue lo ideal. Un día, estaba tan cansada, que me levanté y tomé agua estancada, de un pozo, y que había estado ahí por tres meses. Me enfermé, me sentía muy mal.

–Pasaste de estrella infantil a actriz adulta con aparente facilidad. Sabemos que esta transición puede ser difícil. ¿Cómo lo lograste?
–Este puede ser un ambiente muy corrupto para una persona joven y estoy tan agradecida de tener gente a mi alrededor que realmente me ha tendido una mano. Desde mi publicista hasta la persona que me peina y me maquilla, desde mis hermanos hasta mis amigos y los profesores que me apoyaron a lo largo de mi educación. Es un grupo enorme de gente que me ha ayudado muchísimo. Sí, soy una chica muy, muy, muy afortunada.