Córdoba | Se amputó una mano, se la reimplantaron y ya mueve los dedos
https://www.lapampadiaxdia.com.ar/2014/05/cordoba-se-amputo-una-mano-se-la.html
| ESCUCHA EL AUDIO | Tiene 49 años. Se cortó casi por completo la muñeca izquierda cuando trabajaba con una amoladora en la ciudad de La Calera. La exitosa operación en el Hospital Privado llevó nueve horas. (Foto Cadena3)
Walter Aguirre, de 49 años, mira su mano izquierda y no puede creer que siga allí luego que el pasado sábado 5 abril se la cortara con una amoladora, mientras trabajaba en La Calera.
El hombre fue trasladado al Hospital Privado de la capital cordobesa, donde el traumatólogo Pablo Valle le reimplantó la mano.
“Estaba cortando una madera con una amoladora, se me dio vuelta y me agarró la mano a la altura de la muñeca”, relató Walter a Cadena 3.
Los compañeros de trabajo llevaron al hombre inconsciente al dispensario local y lo transfirieron al Hospital Privado, con la mano colgando apenas de un centímetro de piel.
“Recuerdo que me llevaban a amputar la mano”, comenta Walter al tiempo que precisó que incluso el médico de la ambulancia descartaba que pudiera conservar su mano.
“Despierto al otro día y me dice (el médico) que tenía la mano”, recordó y se conmueve al decir: “Se mueven los dedos”.
El autor de la cirugía que llevó nueves horas de trabajo es el joven médico de 32 años, Pablo Valle, integrante del Equipo S.O.S. Mano del Hospital Privado, especializado en cirugía de mano y en microcirugía en la Universidad de París y de Montpellier.
“Él tenía dos arterias cortadas, sólo tenía continuidad en un centímetro de piel donde sólo quedaba una vena”, detalló el profesional.
Asimismo, contó: “Somos tres cirujanos de manos, ese sábado coincidió que estaba solo, la cirugía la hice yo con un residente del último año de traumatología, más el equipo de anestesia y los instrumentistas”.
“Primero, hay que darle cierta estabilidad al esqueleto óseo, luego se le hizo la arteria cubital que es la que le restituye la sangre a la mano, y se esperó que empiece a sangrar”, explicó.
Valle indicó, luego, que se le suturaron todas las estructuras, por lo que “tenía confianza”.
Además, expresó que aunque el resultado no fuera óptimo siempre es mejor una mano reimplantada que una prótesis.
También, el médico destacó la colaboración de Walter: “Viene a la terapia ocupacional todos los días y hace los ejercicios que le indican”.
Por otra parte, Valle señaló que lo primero que hay que hacer en estos casos es atender al paciente y no a lo seccionado.
Luego, hay que interrumpir el sangrado con compresión con una tela y no un torniquete que pasa a ser algo doloroso.
Cuando el corte es completo hay que colocar la sección en una tela y una bolsa de nailon lo más herméticamente posible y en hielo, para su conservación.
La Mesa de Café | Cadena3
Walter Aguirre, de 49 años, mira su mano izquierda y no puede creer que siga allí luego que el pasado sábado 5 abril se la cortara con una amoladora, mientras trabajaba en La Calera.
El hombre fue trasladado al Hospital Privado de la capital cordobesa, donde el traumatólogo Pablo Valle le reimplantó la mano.
“Estaba cortando una madera con una amoladora, se me dio vuelta y me agarró la mano a la altura de la muñeca”, relató Walter a Cadena 3.
Los compañeros de trabajo llevaron al hombre inconsciente al dispensario local y lo transfirieron al Hospital Privado, con la mano colgando apenas de un centímetro de piel.
“Recuerdo que me llevaban a amputar la mano”, comenta Walter al tiempo que precisó que incluso el médico de la ambulancia descartaba que pudiera conservar su mano.
“Despierto al otro día y me dice (el médico) que tenía la mano”, recordó y se conmueve al decir: “Se mueven los dedos”.
El autor de la cirugía que llevó nueves horas de trabajo es el joven médico de 32 años, Pablo Valle, integrante del Equipo S.O.S. Mano del Hospital Privado, especializado en cirugía de mano y en microcirugía en la Universidad de París y de Montpellier.
“Él tenía dos arterias cortadas, sólo tenía continuidad en un centímetro de piel donde sólo quedaba una vena”, detalló el profesional.
Asimismo, contó: “Somos tres cirujanos de manos, ese sábado coincidió que estaba solo, la cirugía la hice yo con un residente del último año de traumatología, más el equipo de anestesia y los instrumentistas”.
“Primero, hay que darle cierta estabilidad al esqueleto óseo, luego se le hizo la arteria cubital que es la que le restituye la sangre a la mano, y se esperó que empiece a sangrar”, explicó.
Valle indicó, luego, que se le suturaron todas las estructuras, por lo que “tenía confianza”.
Además, expresó que aunque el resultado no fuera óptimo siempre es mejor una mano reimplantada que una prótesis.
También, el médico destacó la colaboración de Walter: “Viene a la terapia ocupacional todos los días y hace los ejercicios que le indican”.
Por otra parte, Valle señaló que lo primero que hay que hacer en estos casos es atender al paciente y no a lo seccionado.
Luego, hay que interrumpir el sangrado con compresión con una tela y no un torniquete que pasa a ser algo doloroso.
Cuando el corte es completo hay que colocar la sección en una tela y una bolsa de nailon lo más herméticamente posible y en hielo, para su conservación.
La Mesa de Café | Cadena3
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