Santa Rosa | Turrión, condenado a 20 años de prisión

José Turrión fue sentenciado por el homicidio de su hermano, Cristian Turrión, en Miguel Riglos. La defensa había pedido la mínima de 8 años, el fiscal Carlos Ordás había solicitado 25 años. Los argumentos: "no mostró congoja ni arrepentimiento".

José Turrión fue condenado este martes a 20 años de prisión por la muerte de su hermano Cristian, a raíz de que mostró “un total desprecio por la vida ajena” y a que en ningún momento mostró “congoja o arrepentimiento”. Así lo señalaron los jueces Carlos Mattei, Florencia Maza y Daniel Sáez Zamora, que tomaron la decisión al día siguiente de pronunciados los alegatos.

El fiscal Carlos Ordás había pedido 25 años de prisión, en tanto que la defensa a cargo de Martín García Ongaro reclamó que se le imponga la mínima pena prevista para ese delito, es decir 8 años.

El Tribunal dispuso que la condena sea a 20 años de prisión y argumentó esa resolución. Se dispuso, por lo tanto, que se mantenga la prisión preventiva hasta que la sentencia quede firme.

La argumentación

Mattei fue el único de los jueces que argumentó, y a su decisión adhirieron Maza y Sáez Zamora. Consideró a favor del imputado su juventud (18 años al momento del hecho), “que tal como lo manifestaran los testigos en el juicio siempre desarrolló actividad laboral relacionada con tareas agropecuarias para sustentarse, siendo coincidentes en que no ha protagonizado conflictos, ha tenido un adecuado comportamiento laboral y socialmente”. También remarcó su carencia de antecedentes penales.

En su contra, valoró el vínculo con la víctima (su hermano), “vínculo personal que exige mayor reproche a su conducta, aceptando con su proceder el daño que le ocasionaría, al igual que a su grupo familiar, desinteresándolo por completo dicha situación, lo que demuestra su total desprecio por la vida ajena, a pesar del vínculo”.

También consideró en su contra “la particular relación que se ha probado, tenía la víctima con el encartado, coincidieron los testigos, que Cristian siempre procuró el bienestar de su hermano, con quien a pesar de tener su trabajo y un aceptable bienestar, llegó a iniciar un emprendimiento con el objetivo de que José se pudiera independizar económicamente”, cita el juez.

“No sólo he de tener en cuenta el daño causado a su hermano por las consecuencias directas del hecho, sino también el daño causado con su accionar a su sobrino, hijo de la víctima de muy corta edad, que en el transcurrir de su vida se verá impedido del afecto, acompañamiento y sustento de su padre”, añadió.

También hizo referencia la daño a la madre del menor y al grupo familiar, “que difícilmente podrá superar una situación como la que le ha tocado vivir, la pérdida violenta de un hijo en el caso de los padres, a manos de otro hijo, situación que también afecta gravemente al resto de los componentes del grupo familiar, consecuencias que a José Turrión le fueron indiferentes al momento de decidir y ejecutar su acción”.

Mattei apunta que otra valoración negativa tiene que ver con su comportamiento personal durante el proceso: le reprochó su negativa a ingerir alimentos e hidratarse, pese a que lo asistió un defensor y se garantizaron sus derechos. “Obligó a postergar el juicio y disponer su internación”, lamentaron los jueces.

También le cuestionaron su “total indiferencia respecto de la imputación que lo llevó a juicio, actitud que ha mantenido y sin ningún síntoma de arrepentimiento o congoja”. Esa actitud ya la había ·demostrado con antelación al juicio”.

A raíz de esas consideraciones, se determinó que la pena “debe superar el monto mínimo solicitado por la Defensa, resultado justo y equitativo” -interpretó- la imposición de 20 años de prisión, más las accesorias legales del artículo 12 del Código Penal, y sin costas. Por eso mismo se dispuso mantener la prisión preventiva hasta que quede firme la sentencia.

El Diario LP