Trata de Personas | Los acusados del autódromo pidieron ampliar la indagatoria

Según surgió de la investigación, a las mujeres les cobraban 1.400 pesos por el traslado, carpa y comida durante el fin de semana. Además, había un arreglo por los “pases” sexuales y el dinero recolectado en las “fiestas” organizadas durante la madrugada.


Los tres acusados por la trata de personas que se descubrió en el autódromo de Toay en el marco de la competencia del Turismo de Carretera pidieron ampliar sus declaraciones indagatorias.

Cuando cumplimentaron el trámite, convocados por la Justicia Federal y asistidos por el defensor general Carlos Riera, se negaron a contar su versión de los hechos: limitaron su intervención a declararse inocentes y no quisieron responder preguntas.

Ahora quieren contar su versión de los hechos y aportar información a la jueza subrogante Iara Silvestre.

Corrías, Yamamoto y Fernández, todos oriundos y residentes en Santa Fe, siguen detenidos mientras se sustancia la investigación.

Los tres detenidos, todos remiseros, montaron una carpa en el autódromo cercano a Toay. Allí se ofrecía abiertamente sexo con las chicas a cambio de una tarifa.

La Justicia espera más datos de las pericias sobre los teléfonos que se secuestraron. Fueron ocho celulares: con el listado de llamadas y el cruce de teléfonos buscan datos para darle forma a la organización delictiva armada en torno a la oferta sexual en la carrera del TC.

Los cruces de llamadas son clave para que la causa pueda avanzar. La sospecha de los investigadores es que de allí puede surgir si alguien vinculado a la organización de la Asociación de Corredores del Turismo Carretera (ACTC) está relacionado con los tres detenidos.

El caso se inició con la intervención de la Brigada de Investigaciones al detectar la oferta de sexo en una carpa instalada en el interior del Autódromo de Toay. Ese operativo judicial comenzó en horas de la tarde y se extendió hasta la medianoche.

Los celulares secuestrados pertenecen a los detenidos y a las mujeres que estaban en situación de prostitución, participando de la organización montada por los santafesinos.

El cruce de las llamadas entrantes y salientes se realiza con un programa similar al Excalibur, que se hizo conocido en la investigación por el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas. Es un método que se utiliza en cualquier investigación penal.

Ya se les tomó declaración testimonial a las once mujeres, también oriundas de Santa Fe. No quedaron vinculadas a la causa sino como testigos.

La Policía secuestró tres vehículos con los que la organización trasladó a las chicas hasta la competencia. También secuestró la carpa y cajas con más de 300 profilácticos, entre otros elementos.

El allanamiento se realizó a partir de una acción de rutina de los policías de la Brigada, que detectaron que se ofrecía sexo abiertamente durante la jornada del viernes en cercanías de una carpa montada en el autódromo. A partir de allí, pidieron la autorización judicial y detuvieron a los remiseros. Además, se les tomó declaración a las once mujeres que estaban en la carpa.

Según surgió de la investigación, a las mujeres les cobraban 1.400 pesos por el traslado, carpa y comida durante el fin de semana. Además, había un arreglo por los “pases” sexuales y el dinero recolectado en las “fiestas” organizadas durante la madrugada.

Desde la ACTC no hubo pronunciamiento alguno sobre el hecho desbaratado. El uso de las promotoras y la imagen de la mujer en las carreras de Turismo Carretera es objeto de crítica desde sectores que atienden la problemática de género.


El Diario LP

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