Catriló | Denuncian deudas, robos y maltratos en la Escuela 261

Parte de la comunidad educativa de la Escuela 261 de Catriló mostró su preocupación por una serie de hechos que viene ocurriendo en la institución de educación primaria. Apuntan a la gestión que lleva adelante la directora, Rosana Rosas. (Foto El Diario LP)

Las autoridades del Ministerio de Educación estarían al tanto de algunas ‘irregularidades‘ y el gremio UTELPa ha recibido quejas por ‘maltratos‘ a docentes.

Padres de estudiantes y allegados a docentes le contaron a El Diario que ‘la escuela es un descontrol‘.

Uno de los problemas es el manejo del dinero que la escuela recibe de Educación y que por otro lado recauda a partir de donaciones o aportes generados con rifas.

‘Hay una deuda con la panadería La Nueva de unos 10 mil pesos. El comercio entrega la copa de leche con el pan para los chicos y no le han pagado‘, aseguró un allegado a una docente de la escuela. El propietario de la panadería habría intimado a las autoridades a cancelar la deuda. También existiría una deuda con un kiosco que rondaría los 4 mil pesos.

‘Le deben también al que hace el servicio técnico de computación y al electricista‘, dijo la misma fuente.

Tampoco estaría claro la actividad que está realizando la cooperadora de la escuela. ‘La cooperadora recauda cuotas solidarias, hizo dos rifas en el año y no está en claro que pasó con ese dinero‘, comentó el padre de un alumno.

Entre los docentes existe preocupación porque han ocurrido algunos robos. ‘Faltan 17 cargadores de las netbooks que envió el Gobierno y no aparece la cámara fotográfica que envió el ministerio‘, aseguró una docente que pidió reserva de la identidad y que habló con El Diario. Uno de los últimos hechos causó indignación entre los docentes fue la utilización del equipo de sonido de la escuela en el cumpleaños de 15 años de una adolescente de la localidad. ‘Llevaron el equipo de sonido al cumpleaños de quince de la hija de un amiga de la directora. Ahora faltan tres micrófonos y nadia sabe nada‘, afirmó.

Rosas, oriunda de Colonia Barón, asumió como directora en febrero de 2013. Antes la institución era dirigida por Sonia Barrios.

Desde que Rosas se hizo cargo de la institución cuatro docentes renunciaron por supuestos ‘maltratos‘. ‘Dos docentes de Lonquimay y dos de Catriló renunciaron porque la directora les hizo la vida imposible.

Hay mucho maltrato verbal hacia los docentes‘, contaron al menos tres de las fuentes que hablaron con El Diario.

El Diario LP