La pampeana Marchán fue liberada en EE.UU.

Eduardo Orbea - María Rosa Marchán fue liberada de la cárcel hace unas cuatro o cinco semanas y desde entonces se encuentra detenida por Inmigración, que pertenece al Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security) de los Estados Unidos.

María Rosa Marchán, la pampeana condenada a 15 años de prisión por el asesinato de un empresario cubano en las afueras de Miami en 2001, fue dejada en libertad tras cumplir más de doce años de prisión y aguarda su inminente deportación de regreso a Argentina.

La novedad fue confirmada por dos fuentes carcelarias quienes aseguraron que la mujer oriunda de General Pico está bajo custodia de las autoridades de Inmigración, quienes la detuvieron en los primeros días de noviembre, cuando fue dejada en libertad.

Marchán se encontraba detenida en la cárcel del Condado de Miami Dade, ubicada en Miami Gardens, en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Miami. Allí cumplió doce años y nueve meses de encarcelamiento, condenada por el asesinato de Agustín Morales, un joyero de origen cubano.

El cadáver de Morales fue hallado en el baúl de un auto el 12 de enero de 2002, en la ciudad de Hialeah, una ciudad donde el 95% de la población es de origen cubano. El cadáver de Morales estaba en avanzado estado de descomposición, ya que su muerte se produjo unas dos semanas antes.

La detención.

Marchán fue detenida el 1 de febrero de 2002 en conexión con el asesinato, ya que el principal sospechoso del crimen era su pareja, Roque Esteban Calafell, quien había llegado a Estados Unidos en el 2000 junto a Marchán en busca de un mejor horizonte.

Calafell dejó sola a Marchán ya que huyó de regreso a Argentina el 16 de enero de 2002. Tras la detención, Marchán terminó siendo la única procesada por asesinato en primer grado y robo a mano armada. Finalmente, gracias a un acuerdo entre su defensor público, Howard Lubel, y la fiscal Gail Levine, la piquense evitó la pena capital al declararse culpable del homicidio, por lo que fue condenada a 15 años de prisión.

Marchán pasó 12 años y nueve meses en el Turner Guilford Knight Correction Center, ubicado sobre la calle 36, enfrente del Aeropuerto Internacional de Miami. Allí se alojan 1.300 hombres y mujeres en distintos pabellones.

Los años fueron muy duros para la piquense que ahora tiene 34 años. Durante su encarcelamiento, solo recibió una visita de su hermana, en 2002, ya que el Consulado de Estados Unidos en Buenos Aires le negó la visa al resto de sus familiares pese a innumerables gestiones de Mireya Regazzoli, ex funcionaria del gobierno nacional.

La madre de Marchán, Martina, recién pudo hablar con su hija por teléfono en 2008. Durante su encarcelamiento, Marchán recibió frecuentes visitas de parte de un pareja de evangélicos y de autoridades del Consulado de Argentina con sede en Miami.

Marchán salía a trabajar para el Condado un par de veces a la semana, como es norma en el estado de Florida, para solventar en parte los gastos de su encarcelamiento.

Junto a otras mujeres, Marchán salía a pintar murales y paredes en la ciudad de Miami, especialmente en clínicas y hoteles, bajo la atenta mirada de las guardias.

Una pesadilla.

Marchán trabajaba como asistente de enfermería en General Pico cuando conoció a Calafell, su pareja, quien era instrumentista quirúrgico. Ambos se mudaron luego a Córdoba, desde donde partieron a Estados Unidos alrededor del año 2000 en busca de mejores oportunidades y aprovechando que los ciudadanos argentinos, en ese entonces, no necesitaban visa para ingresar a aquel país.

Tras su arribo a Estados Unidos, Marchán comenzó a trabajar en una cafetería en Hialeah, un suburbio de Miami, donde aparentemente, junto a su novio, conoció al joyero cubano, Agustín Morales, quien era un habitué en el café. Y allí comenzó la pesadilla que le cobró casi trece años tras las rejas a la joven pampeana.

Calafell, por su parte, y ya en Argentina, aseguró una y otra vez que ambos eran inocentes y que terminaron como chivos expiatorios en medio de una disputa entre Morales y autoridades de inmigración. Supuestamente, el joyero regenteaba una red de tráfico de personas en connivencia con estas autoridades, quienes, según Calafell, ultimaron a Morales por un ajuste de cuentas.

Marchán y Calafell, según este último, terminaron implicados en la muerte de Morales cuando una caja de herramientas de la pampeana fue hallada en el mismo lugar donde fue encontrado el cadáver en descomposición del cubano: el baúl de su auto. De acuerdo a los dichos de Calafell, esa caja fue colocada allí por los verdaderos asesinos de Morales, para implicar a la pareja.

Bajo custodia de Inmigración.

La pampeana se encuentra bajo la custodia de las autoridades de Inmigración ya que es indocumentada. Todo reo indocumentado que es liberado en Estados Unidos tras cumplir una condena pasa bajo la custodia de Inmigración para que se inicie el proceso de deportación.

Ahora Inmigración debe cumplir con el trámite, dependiendo de la disponibilidad de vuelos y de personal para que la acompañe hasta el aeropuerto de Ezeiza, para asegurarse que se queda en Argentina.

Los costos del ticket de ida a Argentina de Marchán serán costeados por el gobierno de Estados Unidos.

La Arena

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