Brasil: 30 años de democracia con crisis económica y pedidos de renuncia a Rouseff

Habrá marchas en todo el país en protesta por el ajuste fiscal y la corrupción. Dilma pidió que no se permita ningún hecho de violencia en las manifestaciones. Desde algunos sectores denuncian un intento de golpe encubierto contra la primera mandataria. (Foto Archivo)


Brasil celebra hoy 30 años del retorno de la democracia en una jornada que estará marcada por manifestaciones convocadas a través de Internet por grupos opositores al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, muchos de los cuales exigen su salida del gobierno.

La insatisfacción generalizada se basa fundamentalmente en la crisis económica y el consecuente ajuste que el gobierno impulsa con el fin de recomponer las cuentas públicas, y las denuncias de que decenas de políticos y partidos oficialistas se habrían beneficiado de los millonarios desvíos de fondos del ente estatal Petrobras.

"Valoro mucho el hecho de que hoy en Brasil las personas puedan manifestarse libremente y no podemos aceptar ningún tipo de violencia que impida ese derecho. Estoy a favor de la democracia. Espero que mañana Brasil demuestre su madurez democrática", escribió ayer Rousseff en su cuenta en Facebook.

Tres de los principales convocantes a las protestas de hoy para conmemorar el retorno democrático tras 21 años de dictadura son los colectivos Revoltados Online (Indignados online), Movimiento Brasil Libre (MBL) y Vem Pra Rua (VPR, Sal a la calle).

Los dos primeros defienden la inmediata destitución de la presidenta, mientras que el último considera que no es el momento, pero no la descarta.

Los defensores de la caída de la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT) alegan que se trata de un recurso constitucional y que deriva de "los delitos de irresponsabilidad y estafa electoral" cometidos a su entender por Rousseff.

Asimismo, rechazan que el recurso sea un golpe de Estado disfrazado, tal como aseguran los detractores de la medida. Según uno de los coordinadores del MBL, Kim Kataguiri, el "verdadero golpe" es que el PT haya "sometido al Congreso al Ejecutivo", a través de la compra de votos, como lo fue en el caso del escándalo del "mensalao", durante el primer gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, y, como ocurre ahora, en el escándalo en Petrobras.

Por su parte, el VPR explicó que "no es el momento" para impulsar un juicio político contra la presidenta. "Creemos que no es momento para un 'impeachment". Si no tenemos hechos jurídicos previstos en la Constitución no sucederá nada", dijo el portavoz del VPR Rogerio Chequer. "Pediremos 'impeachment" cuando llegue el momento, pero no puede ser a través de un golpe y mucho menos con intervención militar", añadió.

Una ausencia notoria en las marchas de hoy será la de los grupos que promovieron las multitudinarias manifestaciones de junio de 2013, como el Movimiento Pase Libre (MPL) -que dio inicio a las protestas contra el aumento del boleto en Sao Paulo-; el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) y el grupo anarquista Black Bloc.

"Vamos a movilizarnos contra los recortes en la política social del gobierno (...) pero no nos vamos a unir a esos grupos que piden la destitución, porque entendemos que eso es un intento de golpe disfrazado", dijo la coordinadora nacional del MTST, Jussara Basso.

Los "Sin Techo" participaron, en cambio, en las manifestaciones realizadas el viernes, cuando millares salieron a las calles en 24 estados en apoyo a la mandataria y en defensa de la democracia y de Petrobras, aunque también criticaron el ajuste económico.

Los partidos opositores, a su vez, llamaron a sus militantes a acudir a las calles, pero rechazaron, en su mayoría, los pedidos de juicio contra Rousseff.

El Partido de la Social Democracia Brasileña PSDB), principal opositor, expresó que participará "en ese movimiento apartidario que surge del más legítimo sentimiento de indignación de la sociedad brasileña".

El único partido que ya anunció que formalizará un recurso para echar a Rousseff fue el minúsculo Solidariedade, fundado por el sindicalista y diputado Paulo Pereira da Silva, conocido como Paulinho da Fora porque preside la central de trabajadores Fora Sindical.

Algunos grupos de ínfima representación han manifestado no solo el apoyo a un juicio contra la presidenta sino además la intervención militar y el regreso de la dictudura.

El movimiento contra Rousseff, que se hizo sentir el domingo pasado con un "cacerolazo" que coincidió con un discurso de la presidenta en cadena nacional, tiene el apoyo expreso de algunos famosos que adhirieron públicamente a la iniciativa, como el ex futbolista Ronaldo "Fenómeno" y la cantante pop Wanessa Camargo.

En el marco de la expectativa generalizada ante las manifestaciones contrarias el cuarto gobierno consecutivo del partido, el presidente nacional del PT, Rui Falcao, rechazó ayer cualquier intento de la oposición de destituir a Rousseff.

"Creemos que no podemos permitir que haya violencia, estímulo al "rompe-todo" y ruptura de la legalidad, porque hubo una elección. Quien quiera cambiar al presidente deberá esperar a (las elecciones de) 2018", dijo el dirigente de izquierda.

También se manifestó hoy públicamente la ex senadora y ambientalista Marina Silva, quien criticó a los movimientos que impulsan un juicio político.

"Mucha gente saldrá a las calles para protestar. Hay una campaña pidiendo la destitución de la presidenta que fue electa hace pocos meses. Comprendo la indignación y la rabia, pero no creo que esa sea la solución. Tal vez el resultado no sea el pretendido regreso del orden, sino un agravamiento del caos", expresó la ex candidata a la Presidencia a través de un mensaje publicado en su página web.


El Litoral | DPA - Ana María Pomi

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