Santa Rosa | Contratados: concejal radical dice que "no es ético" el pase masivo a planta

El concejal Félix Villatoro (Frepam, radicalismo) calificó de "no ética" la intención del intendente Luis Larrañaga (PJ) de incorporar a planta permanente a un grupo de contratados, entre los que hay familiares de funcionarios y punteros políticos. También cuestionó la caída de la recaudación comunal, el incremento de la deuda a 11 millones con Aguas del Colorado, el "descontrol" del tránsito y las pérdidas de agua. (Foto Archivo)


Larrañaga envió hace una semana al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para pasar a planta a 208 contratados bajo la resolución 247 y la ordenanza 579/89. Se hará en tres etapas anuales: la primera en agosto de este año, la segunda en agosto de 2016 y la tercera en agosto de 2017. Hubo cuestionamientos de los concejales opositores.

El concejal radical dio a conocer este viernes un comunicado de prensa titulado "La casa está lejos del orden". Es el siguiente:

Hace rato ya que venimos advirtiendo a la sociedad santarroseña que la gestión de Luis Larrañaga al frente de la Municipalidad es poco más que desastrosa.

Desde que asumió en diciembre de 2011, tomó todo tipo de medidas contrarias a las que se venían adoptando en la gestión del FrePam con Francisco Torroba. Medidas que priorizaron y priorizan el armado político del intendente, en detrimento de la calidad institucional del municipio y del bienestar y buen vivir de la ciudadanía.

Como primer ejemplo podemos citar (dado que por estos días se discute el pase a planta de contratados) la derogación de la ordenanza que ponía límite a la discrecionalidad del ejecutivo para tomar personal por contratos 247. Dicha ordenanza fue sancionada por la gestión del FrePam en pos de garantizar que las personas que fuesen ingresando a la municipalidad, fueran porque realmente se los necesitaba para cubrir necesidades de la comuna, y para transparentar el ingreso del personal, otra vez, por necesidad y por la capacidad de los empleados. Esta medida era acompañada por el llamado a concurso para cubrir cargos y categorías, dándole jerarquía a la carrera del empleado municipal.

Claro está que lo hecho por Larrañaga no es ético, pero no está penado, con lo cual puede hacerlo, a costa de todos los ciudadanos y ciudadanas que ven pauperizada su calidad de vida. Tal como lo dijo el Secretario de Hacienda Miguel De Elorriaga, "es normal, todo el mundo lo hace", lo que no dijo, es que es normal dentro de los cánones del Partido Justicialista, que ha hecho del Estado el principal motor de sus campañas políticas, obteniendo votos a cambio de empleos en la administración pública, o con otros "favores" como pueden ser subsidios y casas del IPAV. Esto es regla dentro de los sucesivos gobiernos pejotistas, y lo hacen sin tener en cuenta el desbarajuste que esto genera en la sociedad, ya que impacta directamente en ella al dar el mensaje que todo puede ser a cambio de un voto, y deprimiendo la capacidad de apostar a otras fuentes de trabajo, como podría ser la industria, si se la favoreciera, en lugar de favorecer la campaña.

Vale la pena aclarar que nosotros no estamos en contra de que la gente tenga trabajo, incluso dentro de la administración pública, pero sí estamos en contra de que el trabajo sea un elemento de cambio, cual mercancía que se entrega a cambio de un voto o trabajo político. El Estado somos todos y debe protegernos y brindarnos servicios a todos, no solo a aquellos "amigos" del gobierno de turno. Debemos jerarquizar al trabajador público y hacerle saber que está trabajando en el Estado, para todos y todas, porque él o ella valen como trabajadores y por sus capacidades, no porque valen un voto.

Hoy venimos a confirmar algo que era un secreto a voces, que la coparticipación se derrumbó a pedazos. Pero esto no sería tan grave si no le añadimos que el municipio recaudó menos del 50% de lo que presupuestó que iba a recaudar, es decir, presupuestó que iba a recaudar poco, y en efecto, recaudó aún menos de la mitad de ese "poco", lo que deja a las arcas de la ciudad en situación crítica.

Ahora bien, el panorama es oscuro, pero hay más oscuridad. Nos llegó un informe de Aguas del Colorado donde nos dicen que Larrañaga y compañía le deben alrededor de $11.000.000 (por un servicio de cuarta). Y lo puntualizo en los actuales dirigentes, porque cuando Francisco Torroba dejó la Municipalidad, saldó la deuda que se tenía con dicha empresa, con lo cual, al asumir Larrañaga, esa cuenta estaba en cero. Pero la oscuridad no termina allí, el panorama es tan oscuro que parece un agujero negro, ni la luz podría salir alguna vez de ahí. También se deben más de cuarenta millones en adelantos de coparticipación.

Con todo esto, ¿qué futuro le espera a una ciudad que hace rato se encuentra totalmente colapsada? Acaso volveremos a la edad media, donde era común ver cómo las aguas servidas viajaban por las calles, donde no había reglas más que trabajar para el señor feudal. El tránsito es un descontrol, el agua fluye por las cientos de pérdidas que horadan tanto el pavimento como la paciencia de las y los vecinos, y que en algunos casos provocan daños en las estructuras de las casas.

Por esto y por otras tantas irresponsabilidades de la actual "gestión" (¿?), voy a parafrasear a uno de los mejores dirigentes que tuvo esta nación. Santarroseñas y santarroseños, la casa es un desorden.

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