La Pampa ofrece magníficas estancias para estadias cortas en el marco del turismo rural



MIRÁ LOS VIDEOS Arriar, esquilar, ordeñar, cabalgar, andar en carruajes, participar de fogones, guitarrear, ver domas y jineteadas, hacer safaris fotográficos, cazar y visitar museos rurales son algunas de las actividades que las ofrecen a los turistas que las eligen para pasar una semana o un fin de semana al aire libre.  (Foto: Turismo La Pampa)



La provincia apunta a captar la preferencia de quienes eligen el segmento del turismo rural para estadías cortas de descanso, y para cumplir con ese objetivo impulsa el mejoramiento de la infraestructura en varias estancias destinadas a ese fin y al aumento de la actividad que las mismas ofrecen a los visitantes.

El descanso en estancias pampeanas es una experiencia inolvidable y enriquecedora y una excelente oportunidad para acercarse a las tradiciones campestres, tanto las de origen criollo como aquellas con alguna influencia europea.

Sus establecimientos rurales invitan a los turistas a pasar días diferentes, donde el tiempo parece transcurrir sin fin entre los espléndidos amaneceres en la inmensidad de la llanura y las puestas de sol, que por sus colores son únicas e inolvidables.

La provincia es líder en el segmento del turismo rural porque cuenta con los mejores paisajes de la llanura y con establecimientos muy bien acondicionados para satisfacer las cambiantes demandas de los visitantes, que allí pueden desconectarse de la realidad cotidiana con mucha facilidad.

Las actividades que permiten compartir el entorno natural y cultural pampeano contienen un alto componente vivencial y entre ellas se destacan la caza deportiva, los paseos a caballo con o sin guía, las caminatas por la llanura y los ríos y los recorridos en carruajes.

Las excursiones en vehículos todo terreno, el avistaje y la observación de la fauna y la flora autóctona, las reuniones en los fogones, los safaris fotográficos y los espectáculos de destrezas criollas completan el panorama recreativo que ofrecen las estancias pampeanas.

Los turistas, además, pueden participar de las prácticas típicas del campo, como el arreo de ganado, el ordeñe de vacas, la esquila, señalada y yerra de vacunos, la siembra y la cosecha, las domas y jineteadas, los partidos de polo o las guitarreadas en bailes folclóricos populares.

Los museos rurales, donde se rescata la historia familiar y productiva de las poblaciones locales, constituyen otra valiosa opción para los visitantes de estos establecimientos.

La degustación de comidas caseras y platos típicos como chivitos, lechones, corderos al asador, empanadas, pasteles y tortas fritas, hechos por la propia peonada de estas estancias, facilitan a los turistas el reencuentro con las raíces, el hábitat y la paz interior de estos pueblos.

La estancia "A Puro Campo", que tiene 1.000 hectáreas en la zona del Gran Valle Argentino, con importantes parques y jardines desarrollados en suaves ondulaciones, médanos y bosques de caldén, ofrece a los turistas la posibilidad de participar en tareas rurales, cabalgatas y observación de aves y ciervos, entre otras actividades de la cultura campestre.

El gerente del establecimiento, Germán Brandaza, señaló que "los turistas disfrutan mucho con estas actividades", aunque aclaró que la preferencia de los visitantes "se vuelca a los paseos a caballo en horas del amanecer o atardecer y a las fiestas campestres".

"La oferta incluye pensión completa, con un variado menú de comidas típicas y caseras, y la posibilidad de contar con un guía que habla inglés", agregó Brandaza.

El establecimiento "La Holanda - Carro Quemado", ubicado en pleno bosque de caldenes, además de ofrecer las distintas actividades vinculadas a la vida campestre, también permite disfrutar del museo-atelier Antonio Ortiz Echagüe, donde se exponen las obras del pintor español y también valiosos objetos representativos de sus viajes en busca de la pintura.

Las estancias "La Pampeana", ubicada en la zona de Sarah, "San Carlos", situada en Luan Toro, "Santa Lucía", de Toay y "Villaverde", de Santa Rosa, que ofrecen las mismas actividades, completan el panorama de la oferta para hacer turismo rural en La Pampa.

Las cabalgatas son un atractivo especial para los turistas que se vuelcan a este segmento ya no tienen límites de edad y brindan la posibilidad de sentir la inmensidad del valle argentino, la intensidad del bosque y la tranquilidad de la llanura pampeana.

El complejo turístico "Altos de Payún", ubicado a 11 kilómetros de Santa Rosa y donde funciona la escuela de equitación "La Cuesta", cuenta con caballos entrenados para salto, adiestramiento y cabalgatas; y ofrece la posibilidad de tomar clases de equitación con instructores, sesiones de equinoterapia y cursos intensivos.

La estancia "San Carlos", ubicada en la zona del caldenar y surcada por barrancas naturales, permite a sus visitantes cabalgar en el mismo campo o realizar travesías más largas por distintas zonas de la llanura pampeana.

Autor Jorge Garmendia | Télam




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