Escándalo en los medios | La hermana de Corazza rompió el silencio por la detención: "Estamos destrozados"
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| = Foto: WEB = |
La interceptaron al llegar a su domicilio ubicado en el partido de Tigre, provincia de Buenos Aires. Posteriormente, entró a la propiedad y no hizo más declaraciones.
La familia de Marcelo Corazza ha decidido hablar después de dos días de silencio desde que el exproductor de Gran Hermano fue arrestado en relación a una investigación por corrupción de menores y su supuesta participación en una red de trata de personas con fines de explotación sexual.
La hermana del primer ganador del reality en 2001 habló con un reportero justo antes de entrar a su casa y compartió cómo están lidiando con la situación. Muy incómoda ante la cámara de Argenzuela, el programa que Jorge Rial presenta todas las tardes en C5N, expresó: "Estamos destrozados".
La interceptaron al llegar a su domicilio ubicado en el partido de Tigre, provincia de Buenos Aires. Posteriormente, entró a la propiedad y no hizo más declaraciones.
Este miércoles trascendieron los dichos de Corazza tras ser imputado. “Quiero decir que no tengo nada que ver con esto. Estoy pasando por el peor momento de mi vida. Desconozco a las personas que me nombraron”, fueron sus palabras, que fueron compartidas en Intrusos y que forman parte del expediente.
De esta manera, tomó distancia respecto del resto de los involucrados en la causa: Andrés Fernando Charpenet (53), Francisco Rolando Angelotti (46) y Raúl Ignacio Mermet (45). Al igual que él, están detenidos.
“Tengo familia, un sobrino nieto, un ahijado de 13 años y me da asco todo lo que escuché. No puedo creer que puedan llegar a leer todo esto. Nunca en mi vida tuve una relación con un menor de edad. No se me ocurriría, por Dios”, cerró.
Angelotti y Mermet se negaron a declarar este miércoles ante el juez Javier Sánchez Sarmiento. En la jornada de ayer, los otros dos implicados tampoco dieron su testimonio ante el magistrado, entre ellos Corazza, quien primero dijo ser inocente en una breve declaración y luego se negó a responder preguntas.
El magistrado tiene diez días para resolver la situación procesal y si decide imponerles prisión preventiva. Hasta entonces, se prevé que sigan detenidos por orden del juzgado e incomunicados.
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