Presupuesto 2026: el Estado invertirá en educación la mitad que hace diez años

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El Estado nacional invertirá el 0,75% del PBI en educación en 2026, según el proyecto de Ley de Presupuesto que elaboró el Poder Ejecutivo. El informe de Argentinos por la Educación.

El proyecto de Presupuesto 2026, ingresado esta semana al Congreso, prevé una recuperación parcial en los fondos destinados a educación, aunque los niveles de inversión continúan entre los más bajos de la última década. Según el análisis de la organización Argentinos por la Educación, el gasto educativo crecería entre 4,4% y 8% en términos reales, dependiendo de la inflación, pero representará apenas el 0,75% del PBI, por tercer año consecutivo por debajo del 1%.

El Gobierno proyecta destinar 6,8 billones de pesos —a valores de 2025— a la función “Educación y Cultura”, un aumento nominal del 23% respecto al año anterior. Sin embargo, esa mejora no alcanza a revertir la fuerte caída acumulada desde 2015, cuando la inversión educativa nacional llegó a su máximo histórico de 1,59% del PBI. Desde entonces, la cifra se redujo de manera constante: fue del 0,86% en 2024 y se espera 0,73% en 2025.

El proyecto también contempla derogar el artículo 9 de la Ley de Educación Nacional, que desde 2006 fija una meta del 6% del PBI para el financiamiento conjunto de Nación y provincias, un objetivo que solo se cumplió en 2015.

Según el informe elaborado por Javier Curcio, María Sol Alzú y Martín Nistal, el aumento de recursos representa un intento de recuperación tras años de recortes, pero “la participación de la educación en el presupuesto nacional continúa en niveles críticos”. Curcio advirtió que es necesario “recuperar el consenso político y social sobre la asignación prioritaria de recursos, con reglas claras y previsibilidad para sostener un financiamiento educativo adecuado y sostenible”.

A pesar de la leve recomposición, la inversión educativa nacional mantiene una tendencia estructural descendente, que también se replica en las provincias. Aunque no existen datos oficiales recientes, los especialistas estiman que la caída del gasto provincial —que representa el 75% del presupuesto educativo total— ha sido aún más pronunciada, afectando especialmente los salarios docentes y la infraestructura escolar.

Dentro del presupuesto de la Secretaría de Educación, las universidades nacionales siguen concentrando el mayor porcentaje de fondos: el 77% del total, aunque con una leve caída respecto a 2025. En cambio, el Plan Nacional de Alfabetización gana protagonismo, con el 9,2% del presupuesto, destinado principalmente a la ampliación de la jornada extendida escolar.

El economista Santiago Bulat destacó que “es positivo que tras el ajuste inicial comience una etapa de priorización, pero el foco debe estar en cómo se utilizan los recursos y qué impacto generan. La mejora educativa no depende solo del gasto, sino de la articulación entre Nación y provincias”.

Por su parte, Osvaldo Giordano, presidente del IERAL, celebró la eliminación del piso legal de inversión: “El desafío es pasar del ajuste rudimentario a un equilibrio sostenible. Las metas porcentuales no garantizan resultados si no se corrigen los déficits de gestión”.

Desde otra perspectiva, Jorge Lo Cascio, economista y docente, advirtió que la fuerte caída en infraestructura y equipamiento (-63%) “profundiza las desigualdades y limita la alfabetización digital en amplios sectores sociales”.

El Presupuesto 2026, que será debatido en las próximas semanas, propone una transición entre el ajuste y la reactivación del gasto, pero deja en claro que la educación argentina aún enfrenta un largo camino para recuperar su financiamiento histórico y reconstruir las condiciones materiales y pedagógicas de un sistema en crisis.

Cadena3