Elecciones legislativas | El peronismo perdería la primera minoría en el Congreso: cómo quedaría el mapa
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El analista político Lucas Romero explicó en Cadena 3 cómo el triunfo del oficialismo en las legislativas generó una etapa “no competitiva”, con gobernadores y diputados recalculando su posición y debilitando aún más el rol de los partidos.
El analista político Lucas Romero analizó la reconfiguración del Congreso tras las elecciones legislativas y los movimientos que sacuden especialmente al peronismo. El bloque corre riesgo de perder la primera minoría, mientras el oficialismo busca consolidar un nuevo mapa de fuerzas que incluye la posible incorporación de diputados de Santa Fe y otras provincias.
Romero vinculó la coyuntura con el impacto directo de las urnas. “El Gobierno sale fortalecido y legitimado. La mayoría de la sociedad convalidó este rumbo y eso limita la crítica”, afirmó. Según dijo, ese resultado modificó por completo el contexto político, que pasó de un escenario electoral y competitivo a otro “cooperativo”, donde los actores buscan posiciones que faciliten acuerdos y beneficios.
En ese marco, explicó, los movimientos en Diputados no solo responden a incentivos del oficialismo, sino al papel de los gobernadores. “Son ellos quienes están protagonizando los cambios más importantes. Buscan el lugar más cómodo para negociar y cooperar, porque necesitan gobernar y resolver los problemas de sus provincias”, sostuvo.
Sobre el peronismo, Romero describió un proceso interno de redefinición que se acentúa en las provincias del norte. “Son impulsos renovadores. En el interior hay un sentimiento refractario al liderazgo de Cristina Kirchner”, señaló. Consideró que la expresidenta terminó concentrada territorialmente en el Gran Buenos Aires, lo que generó tensiones con sectores del PJ alejados de esa agenda. “El liderazgo kirchnerista dentro del peronismo fue incuestionable, pero eso chocó con otros intereses”, precisó.
Consultado por los cambios de bloque de legisladores que fueron electos por un partido y ahora responden al oficialismo, Romero planteó que se trata de un fenómeno más profundo: la transformación de la representación política. “Lo que se debilita es la intermediación: los partidos políticos. Al desdibujarse las fronteras, los actores sienten libertad para moverse según las demandas ciudadanas”, explicó.
Advirtió que este proceso, impulsado también por la tecnología, genera consecuencias negativas para el sistema. “Uno termina votando partidos, pero después los diputados hacen lo que quieren. El sistema está pensado para que la representación esté organizada a través de partidos políticos. Si no, se vuelve un caos”, concluyó.
Romero afirmó que estos reacomodamientos continuarán mientras se mantenga el incentivo que dejó la elección: un oficialismo fortalecido y un peronismo en plena disputa por su identidad y liderazgo.








