Denuncian que Megaupload cobijaba a otros sitios de descarga ilegal

El Departamento de Justicia de los EEUU acusa al sitio de piratería y lavado de dinero, y lo relaciona con webs como Taringa.net, Peliculasyonkis.com y Seriesyonkis.com, dedicadas a actividades ilegales similares. En la nota completa leé también cómo funcionaba Megaupload

La acusación hecha por el organismo de justicia norteamericano detalla el trabajo que dirigían las siete personas acusadas y las dos empresas "madre" de la llamada "Mega Conspiracy" (Megaconspiración).

Los cargos que se le imputan son básicamente dos: lavado de dinero y violación de los derechos de autor. Su sistema se basaba en permitirles a más 180 millones de suscriptores subir archivos y permitir su descarga a cualquiera que lo deseara a través de un link generado automáticamente.

Un ejemplo mencionado en la acusación: uno de los siete imputados, Kim Dotcom, subió el 6 de diciembre de 2006 un archivo que generó su link automático (www.megaupload.com/?d=BY15XE3V), el cual lleva a una canción del artista norteamericano "50 Cent".

Esta práctica era aprovechada por otros sitios que fomentan las descargas sin pagar derechos de autor. La acusación menciona puntualmente a los siguientes sitios, muchos de ellos sumamente populares en Latinoamérica: ninjavideo.net, megaupload.net, megarelease.net, kino.to, alluc.org, peliculasyonkis.com, seriesyonkis.com, surfthechannel.com, taringa.net, thepiratecity.org y mulinks.com.

"Muchos de estos sitios ofrecían exclusivamente links de megaupload.com, y todos ellos tienen un índice de links a URLs que facilitan hallar copias de contenido protegido por derechos de autor alojado en servidores controlados directamente por la Mega Conspiración", señala el documento del Departamento de Justicia norteamericano.

Si bien sus dueños lo definían públicamente como "un disco duro a distancia", los ingresos de Megaupload provenían de dos fuentes básicas: suscripciones premium y avisos publicitarios, y su servicio de almacenamiento a largo plazo no tenía una capacidad suficiente como para justificar la enorme popularidad que ellos mismos decían tener: el 4% del tráfico de internet.

Infobae

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Cómo funcionaba Megaupload

La web de intercambio de archivos permitía visualizar contenidos sin límite e, incluso, sin registrarse. Su éxito estuvo ligado a sitios como seriesyonkis.net o taringa.net, cuestionados por sus violaciones a los derechos de propiedad

El gigante del streaming y las descargas que cayó ayer tras una operación del FBI era uno de los portales de cabecera de millones de internautas debido, principalmente, a sus múltiples ventajas y su sencillez de uso.

El sistema, de lo más intuitivo, permitía una rápida descarga de contenidos: una media de 25 minutos sin necesidad de registrarse en la web y escasos minutos con cuenta Premium, así como una buena visualización a través de su plataforma MegaVideo y múltiples enlaces a los contenidos. Su popularidad está, además, estrechamente ligada al "boom" de sitios como SeriesYonkis, Cuevana o Taringa, portales de enlaces gratuitos en los que Megaupload tenía una amplísima presencia.

Si bien se trata de un sucesor del sistema P2P, la diferencia era que Megaupload albergaba los contenidos en sus propios servidores y la descarga era directa, por lo que era mucho más rápida.

El bloque de direcciones que corresponde a Megaupload está registrado en la ciudad china de Wan Chai, pero las direcciones IP de Megaupload están alojadas en servidores de una empresa llamada Carpathia, en Virgina (Estados Unidos). En este caso, los nombres de dominio respondían correctamente el jueves en la noche, lo que indica que se han intervenido los servidores.

Cuenta gratis y Premium

Dos eran las vías para acceder al contenido de Megaupload: cuenta gratuita y Premium. El modo básico, sin necesidad de registro, permitía la visualización online de los contenidos en el sitio Megavideo, con un límite de 72 minutos, lo que difícilmente dejaba ver una película hasta el final pero sí el capítulo de una serie o un documental (normalmente no superiores a 60 minutos). Megaporn era un servicio similar dedicado a contenidos pornográficos. En cuanto a la descarga, el sistema gratuito facilitaba la bajada de archivos hasta llegar a 1GB de espacio, lo que se traduce en varias películas y episodios de series y programas de televisión.

Pero la cuenta Premium era, sin duda, el sistema de piratería perfecto: el sueño de la descarga fácil y rápida al tiempo que la peor pesadilla para la propiedad intelectual. El sistema de pago permitía descargar, previo pago de una cuota, tantas películas al día como nos dejaran los 100GB que el portal proporcionaba. Además, podíamos realizar múltiples descargas simultáneas y hacernos, por ejemplo, con varias películas en un tiempo escasas veces superior a 10 minutos. Respecto a la visualización, el sistema Premium acababa con el molesto corte a los 72 minutos y permitía optar sin límite a los contenidos.

Mientras los clientes premium disfrutaban del servicio sin recibir publicidad , los usuarios gratuitos se topaban con ella en la operación de acceso al archivo deseado. Para albergar contenido "apetecible" que incentivara a los clientes a pagar cuentas Premium, Megaupload retribuía a quienes subían archivos con bonificaciones. En el caso de usuarios gratuitos, cuando sumaban una serie de puntos podían disfrutar durante un tiempo del Megaupload premium. La importancia del premio iba asociado al éxito de descargas íntegras del archivo subido. En el caso de clientes premium, las recompensas podían llegar a ser monetarias.

Subida de archivos

Megaupload era un sistema que se alimentaba, básicamente, de las aportaciones de los usuarios, que podían subir al portal cualquier contenido siempre y cuando este no superara los 2048MB de espacio. En cierta manera, el portal mantenía la filosofía inicial del P2P, basado en el intercambio de archivos, aunque en este caso, permitiendo la visualización directa. No era necesario, además, hacer ninguna aportación a Megaupload para beneficiarse de los contenidos subidos por otros usuarios.

Cuando alguien subía un archivo, se generaba un enlace, que Megaupload suministraba al internauta. Todo aquel que conociera el enlace podía acceder al archivo. Por eso Megaupload alegaba que no tenía por qué conocer lo que los internautas almacenaban en sus servidores.

Fuente: El País y ABC (España)