General Pico | Una mujer se cortó las venas en la sede de los tribunales

El traumático hecho ocurrió en la mañana de ayer en la sala de espera del segundo piso (foto), luego de que su esposo fuera condenado a 6 años de prisión por abuso sexual. Hubo momentos de tensión ya que se negó a recibir asistencia médica y tuvo que ser obligada a subirse a una ambulancia.
 

Tras enterarse de la condena a 6 años de prisión recibida por su marido, una mujer intentó quitarse la vida ayer al mediodía en el Palacio de Tribunales de General Pico. 

 

El rápido accionar de empleados judiciales, policías y sobre todo un abogado local evitó que la situación pasara a mayores. A la fuerza, esta persona fue sacada del edificio y trasladada por personal del Servicio de Emergencias Médicas al hospital Gobernador Centeno.

Lo que parecía una mañana calma en los tribunales piquenses rápidamente se trasformó en una escena traumatizante para los empleados, integrantes de la Justicia local y familiares directos de un condenado.

A las 12 horas estaba pautada una audiencia de lectura de sentencia, donde se daría a conocer el veredicto del juez de audiencia Alfredo Alonso, por un resonante caso de abuso sexual ocurrido en el norte de nuestra provincia durante varios meses del año 2012.

Finalmente el magistrado encontró culpable al único acusado, cuñado de la víctima, por lo que lo condenó a la pena de 6 años de prisión

Crisis

La familia del condenado, que esperaba fuera de la Sala sentada en el sector que está junto a las escaleras, tomó con mucho dolor e impotencia la noticia, ya que siempre confiaron en la inocencia del hombre, quien inclusive estuvo en libertad durante todo el proceso.

Según le contó a El Diario el doctor Armando Agüero, defensor del imputado, la mujer de esta persona, quien padecería problemas psiquiátricos, sufrió una crisis de nervios que la llevó a extraer de su cartera un bisturí, con el que se infringió un corte de importantes dimensiones y profundidad en su brazo izquierdo. Inmediatamente comenzó a salir sangre a borbotones del sector de la herida, que tiñó de rojo el piso gris se los tribunales.

Testigo presencial de lo ocurrido, Agüero corrió a una de las cocinas del segundo piso, donde tomó un repasador con el que le realizó un torniquete a la mujer, a fin de evitar que se desangrara. No fue una tarea fácil, ya que la señora se resistió en todo momento a recibir ayuda, por lo que tuvo que ser contenida por familiares y policías, que tuvieron que tomarla de sus brazos para evitar que siguiera lastimándose.

Mientras los hijos adolescentes de la mujer lloraban y pedían ayuda, el personal de los tribunales pidió una ambulancia del SEM, al mismo tiempo que Agüero y los policías, utilizando la fuerza, intentaban mantener quieta a la mujer, que pedía a gritos justicia para su marido, porque a su parecer era inocente, e insultaba a quienes “destruyeron” su familia.

Traslado

Cuando llegó la asistencia médica, entre cuatro personas tuvieron que obligar a la suicida a subirse a uno de los ascensores, para bajarla luego, sacarla del edificio y subirla a la ambulancia, donde recibió nuevas atenciones y fue trasladada al nosocomio local.

Los familiares de la mujer permanecieron durante varios minutos en el lugar del cruento suceso, mientras los trabajadores de tribunales colaboraban para intentar limpiar el lugar, que quedó de todas formas con rastros de sangre, que fueron removidos por el personal de limpieza en las primeras horas de la tarde.

De acuerdo a lo informado por el doctor Agüero, esta persona ya había advertido a sus familiares que si su marido era condenado se quitaría la vida, algo que habría repetido también en la mañana de ayer. Por tal motivo el abogado le reprochó a su cliente haberla llevado a los Tribunales, antes que se conociera la noticia de la condena. Inclusive sus propios hijos habrían revisado la cartera de su mamá previo al hecho, pero no encontraron anda, algo que luego generó reproches entre ellos mismos.



En los tribunales hay un detector de metales, pero no se encuentra en uso

Controles

En los tribunales piquenses no se realizan requisas a las personas que ingresan al edificio, ni se las controla con algún tipo de sistema como para cerciorarse de que no ingresen con elementos nocivos para sí mismos o terceros. Si se revisa a quienes ingresan a las salas de audiencia como público, a fin de evitar que lleven consigo elementos peligrosos.

Tampoco hay personal fijo asignado a la custodia de las plantas superiores del edificio, ya que los uniformados se encargan de trasladar a los detenidos y prestar seguridad dentro de las salas de audiencia.

Ya hay antecedentes de hechos violentos ocurridos en el Palacio de Tribunales de Pico, pero ninguno de esta característica. Por citar algunos casos, se puede mencionar la agresión que recibió Marcelo Tomaselli por parte de una familiar de Carla Figueroa el día que lo condenaron, o los destrozos generados semanas atrás por Julio Cesar Cisneros, un ex policía investigado por violencia de género.

En el segundo piso del edificio, en una dependencia ubicada frente a la Sala 1, hay un detector de metales que desde hace tiempo está en ese lugar. Un cronista de este medio consultó porque no se utilizaba el elemento tecnológico y recibió respuestas diferentes. Una fuente afirmó que no funcionaba, mientras que la otra comentó que es necesario “calibrarlo” antes de colocarlo.

 

El Diario LP