Santa Rosa | El juez Charlín fue procesado por abuso, maltrato y malversación de dinero

El juez ad hoc Ignacio Rodríguez Berdier procesó al juez federal José Charlín por los maltratos, acoso sexual, daño y malversación de fondos públicos, se pudo saber en el mediodía de este jueves. (Foto Archivo)
 
La decisión se tomó en las últimas horas. El juez Charlín ya fue notificado en Buenos Aires de la decisión.

Está acusado de varios delitos: abuso de autoridad, en concurso ideal con malversación de caudales públicos; en concurso real con abuso sexual simple en situación de violencia de género; en concurso real con daño en dos oportunidades que concurren entre sí; en concurso real con amenazas coactivas agravadas por tener como propósito el de compeler a una persona a hacer abandono del trabajo en 9 oportunidades; en concurso material con amenazas coactivas agravas por el mismo propósito que el caso anterior; en concurso real con amenazas simples en situación de violencia de género; en concurso real con amenazas reiteradas; en concurso real con amenazas con armas en dos oportunidades; en concurso real con amenazas coactivas en situación de violencia de género; en concurso real con amenazas coactivas.

El juez Rodríguez Berdier también trabó un embargo de 80 mil pesos. Remitió, a su vez, copia del procesamiento al Consejo de la Magistratura y a la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Una de las acusaciones tiene que ver con la compra de bienes y renovación del mobiliario con dinero de la Secretaría Electoral, que tenían afectación específica. Compró un escritorio, sillones, un televisor LCD y un equipo de música y refaccionó un baño del juzgado.

También fue acusado por el delito de "amenazas coactivas agravadas" contra un agente de la Afip.  "A ese garca lo voy a hacer mierda", dijo en su momento, siempre según la acusación. Incluso, le habría pedido a la Afip que pasaran a pasiva a ese trabajador. También hoy negó esas imputaciones.

Además fue acusado de “amenazas coativas” contra trabajadores de El Diario y de haber intentado que echaran a nueve contratados de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal.

Otra de las acusaciones es por haber amenazado, con un arma de un policía y con una trincheta, a trabajadores del juzgado. Por este hecho está acusado de “amenazas reiteradas y con armas en dos oportunidad en situación de violencia de género”.

Charlín –quien se encuentra designado para asumir el cargo de juez federal de General Pico, pero aún ese juzgado no se encuentra en marcha- llegó en 2013 como magistrado sustitudo del juzgado de Santa Rosa. Duró poco. Los empleados denunciaron penalmente a Charlín por malos tratos, acoso verbal y sexcual e, incluso, dijeron que los amenazó con un arma de fuego.

Rodríguez Berdier analizó la conducta de Charlín en los dos meses que estuvo al frente del juzgado. "Observo que el indagado actuó como una persona designada para cubrir un cargo que sentía le daría poder, descubriendo al asumir sus funciones, que el organismo donde debía cumplirlas estaba estructurado de tal modo que las áreas de trabajo se mostraban autosuficientes, con personal idóneo y capacitado, que se manejaba con criterios adquiridos a través del trabajo y con experiencia", manifestó.

"A los fines de cumplir con los compromisos por él asumidos al aceptar el cargo (según se desprende de las declaraciones y pruebas ya analizadas), necesitó desarticular ese sistema removiendo personal, consiguiendo espacios de poder, generando alianzas propias y destruyendo las ajenas, manejando recursos financieros; etc", expresó. "Esa labor –esa pretendida búsqueda de espacios de poder- requeriría tiempo, paciencia y habilidad, para ganarse de ese modo el respeto y valoración de sus subordinados, observar cuáles eran los puntos de discrepancia entre ellos para acentuarlos, conseguir confidentes leales para conocer las debilidades de los otros y sus fortalezas, saber quién estaba con quién y en contra de quién".

"Sin embargo -prosiguió- a poco de asumir, el indagado descubrió que no tenía tiempo –ya que la licencia del titular del Juzgado finalizaba, en principio, el 19 de agosto del mismo año-; tampoco halló confidentes adecuados y el sistema que pretendía desarticular no tenía fisuras o debilidades que pudiera explotar. Esta situación volvió su táctica torpe, violenta y desmañada, propia de un hombre desesperado y presionado, que carecía de habilidad, sutileza y conocimientos para cumplir con lo pactado (fuera del contexto de su designación oficial); lo que lo transformó en un sujeto desbordado".

"En este punto resulta irrelevante si tales compromisos (según lo que él manifestara, a tenor de los testimonios colectados al respecto) existieron en realidad o sólo estaban en la mente del actor: lo único relevante aquí es que los hechos que se sucedieron fueron cometidos por éste. Como no tenía tiempo (o creía no tenerlo) para desarrollar su plan, Charlín varió rotundamente el curso de la acción: así, al no poder ganarse el respeto y valoración de sus empleados, pretendió generar temor y sumisión; al no poder destruir supuestas alianzas, desacreditó a los que él consideraba sus oponentes; como no encontró debilidades, pretendió provocarlas acosando verbalmente, amedrentando, haciendo demostraciones de fuerza física o de disposición de medios para hacer daño a otros, amenazando, burlándose, para así, por agotamiento o estrés, generar licencias laborales, jubilaciones, renuncias y conseguir espacios para ubicar su propia gente".

iTextual

Related

Noticias 3824463853277834953

Publicar un comentarioDefault Comments

emo-but-icon


Clima Santa Rosa


Contacto Comercial: [email protected]

Servicios

Evangelio del Día

Santoral




Visitas de los últimos 30 días a LPDXD

item